Esta semana queremos rendir homenaje a la magnífica escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, recientemente galardonada con el Premio Cervantes 2021, mostrando algo de su vida y su obra a través de esta pequeña ventana.
Nacida en Montevideo en 1941, hija de inmigrantes italianos, quiso ser escritora desde niña y publicó su primera obra - Viviendo, una recopilación de tres cuentos - en 1963. Enseguida alcanzó notoriedad, y se convirtió en un claro exponente de la nueva literatura latinoamericana, en la que ya sobresalían figuras de la talla de Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, con quien mantuvo gran amistad. Paralelamente se distinguió por un intenso activismo político de izquierdas.
Cristina Peri Rossi se define a sí misma como una "francotiradora". En palabras del jurado que le otorga este prestigioso y codiciado premio de las letras, se trata de "una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo", así como de "una escritora capaz de plasmar su talento en la pluralidad de géneros", en alusión a su dedicación a la poesía, la novela y especialmente al relato, en el que se ha destacado como una de las grandes cuentistas de su generación. "La literatura de Peri Rossi es un ejercicio constante de exploración y crítica, sin rehuir el valor de la palabra como expresión de un compromiso con temas claves de la conversación contemporáneas como la condición de la mujer y la sexualidad".
Para acercaros un poco a la obra de esta gran mujer de la literatura en español, os traemos un evocador poema dedicado a su ciudad natal, perteneciente a su obra Estado de exilio (2001).
MONTEVIDEO
Nací en una ciudad triste
de barcos y emigrantes
una ciudad fuera del espacio
suspendida de un malentendido:
un río grande como mar
una llanura desierta como pampa
una pampa gris como cielo.
Nací en una ciudad triste
fuera del mapa
lejana en su continente natural
desplazada del tiempo
como una vieja fotografía
virada al sepia.
Nací en una ciudad triste
de patios con helechos
claraboyas verdes
y el envolvente olor de las glicinas
flores borrachas
flores lilas.
Una ciudad
de tangos tristes
viejas prostitutas de dos por cuatro
marineros extraviados
y bares que se llaman City Park.
Y sin embargo
la quise
con un amor desesperado
la ciudad de los imposibles
de los barcos encallados
de las prostitutas que no cobran
a los mendigos que recitan a Baudelaire.
La ciudad que aparece en mis sueños
accesible y lejana al mismo tiempo
la ciudad de los poetas franceses
y los tenderos polacos
los ebanistas gallegos
y los carniceros italianos.
Nací en una ciudad triste
suspendida del tiempo
como un sueño inacabado
que se repite siempre.
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