lunes, 1 de noviembre de 2021

Poema de la semana (XXXIII)

Esta semana traemos dos efemérides de una pareja del mundo de las letras: un 28 de octubre hace 23 años murió Rafael Alberti, poeta andaluz perteneciente a la Generación del 27 y figura clave de la poesía española del siglo XX y un 31 de octubre de 1903 nació Mª Teresa León, una de las mujeres más deslumbrantes de la Generación del 27 en nuestro país y su pareja durante más de 40 años.

La escritora Almudena Grandes define a María Teresa como un claro “ejemplo de mujer republicana, libre, valiente, consciente, madura, fervorosa, culta… Una mujer que escribió, militó, trabajó, y triunfó en un mundo de hombres”.

Se encontraron en 1929. Él tenía entonces 27 años y ella, uno menos. Lo recuerda el poeta en uno de los volúmenes de sus memorias, La arboleda perdida: “Surgió ante mí, rubia, hermosa, sólida y levantada, como la ola que un mar imprevista me arrojara de un golpe contra el pecho”. Tal fue el latigazo, el voltaje de aquella presencia en el poeta, que atravesaba entonces una fuerte crisis de la que surgió uno de sus libros más celebrados y surrealista, Sobre los ángeles. 

Tras el impacto de aquel descubrimiento mutuo, comienza un nuevo estadio vital en ambos creadores que se prolongó a lo largo de 40 años. De las primeras colaboraciones literarias que surgieron entre Alberti y María Teresa destacan las ilustraciones que éste realizó para el tercer libro de la escritora, Rosa -Fría.

Fue en 1932 cuando decidieron casarse por lo civil y a partir de ahí se sucede una convivencia fascinante, repleta de viajes (Alemania, Bélgica, Holanda, la Unión Soviética...), fundación de revistas, como Octubre, compromiso político y defensa de la cultura. Para entonces, ambos conformaban un insólito equipo. Ella permitió que el poeta se dedicara de lleno a sus asuntos. En más de una ocasión, dijo: “Yo no habría trabajado tanto sin la presencia estimulante y protectora de María Teresa”. Diríamos que fue esa permanente presencia necesaria para Alberti.


Os dejo el poema Lo que dejé por ti, de su libro Roma, peligro para caminantes .

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

Si quieres conocer más sobre Rafael Alberti pincha AQUÍ y si es sobre Mª Teresa León AQUÍ

No hay comentarios:

Publicar un comentario