domingo, 27 de marzo de 2022

Poema de la semana (L)

“No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida”, escribía en su poema Elegía a Ramón Sijé, Miguel Hernández, una de las plumas más brillantes de España y del que mañana 28 de marzo se cumplen 80 años de su muerte.

El poema de esta semana es nuestro pequeño homenaje a uno de los poetas más recordados y homenajeados en los últimos tiempos.



              Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.



El poeta nació en Orihuela en el seno de una humilde familia en la que la falta de recursos y la necesidad de trabajar para conseguirlos se hacía prácticamente incompatible con la educación. Aun así, Miguel Hernández Gilabert desarrolló un exquisito gusto por la poesía clásica española. Desde jovencito, Miguel mostró también una sensibilidad especial para componer sus propias obras. Pronto comenzó a formar parte de la tertulia literaria de Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé, de quien se haría gran amigo. A partir de 1930, a la edad de 20 años, empieza a publicar pequeñas poesías cortas en revistas como El pueblo de Orihuela o El Día de Alicante.

A partir de ahí, comenzó a ampliar sus horizontes. Para ello viajó a Madrid, donde se zambullirá de pleno en el movimiento cultural de la época. Es en aquellos años cuando escribe Perito en Lunas, donde refleja sus experiencias. Establecido en la capital madrileña, con continuas colaboraciones en distintas revistas, Miguel Hernández encuentra tiempo para escribir varias obras, entre las que destacan El silbo vulnerableImagen de tu huella El rayo que no cesa.

Cuando estalló la Guerra Civil, el poeta decidió tomar parte activa en el conflicto, lo que le obligó a abandonar el país cuando éste terminó. Miguel Hernández fue descubierto en la frontera con Portugal, donde le detuvieron y sentenciaron a pena de muerte. Y, aunque su condena fue conmutada por una pena de 30 años de prisión, jamás llegó a cumplirla, ya que la tuberculosis acabó con la vida del poeta el 28 de marzo de 1942 en una fría prisión de Alicante.


domingo, 20 de marzo de 2022

Poema de la semana (XLIX)

 Comenzamos la semana con dos fechas importantes.  El inicio de la primavera oficialmente hoy domingo 20 de marzo, exactamente a las 16:33 horas y mañana 21 de marzo celebramos el Día Mundial de la Poesía, una festividad literaria promovida por la UNESCO y con la que se pretende animar a todo el mundo a disfrutar de una de las artes literarias más valoradas, pero, al mismo tiempo, más olvidadas: la poesía.



En 1999 la UNESCO se planteó instaurar un día a nivel internacional, no sólo para homenajear a los grandes poetas sino para acercar la poesía al máximo de personas posible. A partir del año 2000 se instauró definitivamente y hoy en día sirve también para dar el pistoletazo de salida al abril de los poetas, un mes floral y de primavera en el que muchos países organizan premios, recitales, homenajes y otras muchas actividades relacionadas con la poesía.

Para que esta festividad no caiga en el olvido la seño Lola y sus alumnos Daniel Ayala, Javier Cuevas, Alma María Delgado, Daniel Garrido y Noemí Herencia nos invitan a leer dos poemas de su poeta favorito: Gustavo Adolfo Bécquer. (...y el nuestro también)


                                                      RIMA  IV

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

                                                                RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

domingo, 13 de marzo de 2022

Poema(s) de la Semana (XLVIII): celebrando el Día de las Matemáticas

El número pi - 3,14 y más cifras - está unido al recuerdo de las clases de matemáticas de nuestra infancia y juventud. No en vano es uno de los números irracionales imprescindibles. Y precisamente por ello, el 14 del 3 - el 14 de marzo- se conmemora el Día Internacional de las Matemáticas.

Es un día para recordar la importancia de esta ciencia, para algunos árida y difícil, aunque para muchos otros apasionante y llena de desafíos, cuya trascendencia en la sociedad tecnológica en que vivimos nadie cuestiona. Desde nuestra biblioteca Wallada nos queremos unir a la celebración, porque en el IES Alhaken II ¡las matemáticas nos encantan! Por cierto, ¿te atreves a poner a prueba tu mente matemática? Pulsa en este enlace.



Como no podía ser de otra manera, para nuestro poema de la semana, recurrimos a una de nuestras más queridas profesoras de matemáticas. Ella es Ana Prieto Colmenero, que cuenta con el aprecio más que merecido de alumnos y profesores de nuestro centro, por su buen hacer tanto dentro como fuera de las aulas.

Su propuesta es doble. Nos sugiere dos bellos poemas de sendos autores emblemáticos de la Generación del 27: Rafael Alberti y Dámaso Alonso. El primero es todo un clásico del poeta gaditano, dedicado al número áureo, otro de esos misteriosos y magníficos números irracionales; el segundo es un homenaje de su coetáneo madrileño al sencillo acto de contar, tan humilde y cotidiano. Esperamos que os gusten tanto como a nosotros.

A LA DIVINA PROPORCIÓN

A ti, maravillosa disciplina,

media, extrema razón de la hermosura,

que claramente acata la clausura

viva en la malla de tu ley divina.

A ti, cárcel feliz de la retina,

áurea sección, celeste cuadratura.

Misteriosa fontana de mesura

que el Universo armónico origina.

A ti, mar de los sueños angulares,

flor de las cinco formas regulares,

dodecaedro azul, arco sonoro.

Luces por alas un compás ardiente.

Tu canto es una esfera transparente

A ti, divina proporción de oro.







Más sobre Rafael Alberti...



LOS CONTADORES DE ESTRELLAS

Yo estoy cansado

Miro esta ciudad

- una ciudad cualquiera -

donde ha veinte años vivo.

Todo está igual.

Un niño

inútilmente cuenta las estrellas

en el balcón vecino.

Yo me pongo también...

Pero él va más deprisa: 

no consigo alcanzarle:

Una, dos, tres, cuatro, cinco...

No consigo alcanzarle.

Una, dos ...

Tres...

cuatro...

cinco..


domingo, 6 de marzo de 2022

Poema de la Semana (XLVII)

  

GLORIA FUERTES,
MUJER DE VERSO EN PECHO,
NIÑA DE LA GUERRA. POETA DE LA PAZ
 La vida empieza cada día 
y hay que mantener el corazón joven.

Esta segunda semana del mes de marzo, celebramos el día 8 de Marzo, Día Internacional de las mujeres, con varias actividades en nuestro centro y nos sumamos a las iniciativas locales, provinciales, autonómicas y estatales para reivindicar el justo papel de las mujeres en nuestra sociedad.

Esta semana, nuestra propuesta poética nos la remite el profe más joven de nuestro centro y además, Coordinador del Plan de Igualdad, Javier Tenedor Tenedor, profesor de Geografía e Historia del I.E.S. Alhakén II. 

A pesar de su juventud, entre sus líneas de investigación, destaca el estudio de la historia de las mujeres, especialmente su Trabajo Fin de Grado titulado Mujer y mundo rural en la España del siglo XX (2016) y el interés en el conocimiento de figuras femeninas en la Baja Edad Media como Mencía de Figueroa, madre del insigne poeta y guerrero Jorge Manrique.

Aunque nos cuenta que no es fácil investigar a las mujeres en la Baja Edad Media e incluso llegando a la contemporaneidad, incide en lo necesario de construir discursos donde abordar el papel clave de las mujeres en todas las etapas históricas para refrendar la importancia en la construcción social de todos los tiempos.

Le ha sido muy difícil elegir el poema en conmemoración de este 8-M, porque hay multitud de poetisas feministas y la bibliografía es enorme, pero, ahondando en su niñez, en el amor y los buenos recuerdos por sus maestras de infancia, ha elegido dos poemas de la gran Gloria Fuertes, acusada en muchos casos de ser solo una poeta dedicada a niños, pero, entraña un universo digno de recordar como tantas y tantas mujeres que escribieron y forjaron mediante la palabra su legado eterno.

Gloria Fuertes (1917-1998) fue una popular poeta y escritora española tanto de infantil como de adultos, polifacética y escribió además para la prensa y colaboró con televisión. Desde los 5 años ya escribía e ilustraba sus cuentos, su interés se mantuvo pese a los pocos estímulos que tuvo en su familia. Ella amaba de verdad la poesía e hizo frente a su familia, pero con sus ganas salió adelante.

Pertenece a la generación del 50, conocida como los niños de la guerra, o la primera generación de la posguerra, su poesía se caracteriza por una denuncia moral, como la soledad, el amor, la injusticia, Dios. Afirmaba que "antes que contar las sílabas, los poetas deben contar lo que pasa".

La Guerra Civil Española marca su carácter antibelicista y se presenta de forma categórica. Sus versos sirvieron como una protesta a la censura, sus reivindicaciones feministas, las denuncias sociales, fue una de las pocas voces femeninas en reivindicar la igualdad de género y los derechos de la mujer, cuestionó los modelos tradicionales femeninos entendiendo y creando durante el franquismo un nuevo modelo de mujer, así se denominaba a ella como lesbiana, femenina, de aspecto varonil, voz ronca, fumadora, culta, intelectual, ingeniosa…

 

MUJER DE VERSO EN PECHO, de Gloria Fuertes. Selección de poemas. 1995.

YO SOY ASÍ.

Yo soy así
Como me estáis viendo.
Yo soy así.
Con la nariz pinochil,
Con hermosa nariz
(de pequeña no podía jugar al “orí”).
Flequillo y entrecejo acusado
no me acuso de haber amado.
Vestida de soltera,
mi moda es no ir a la moda,
mi guerra es no ir a la guerra.
Soy más pacifista que artista
más humanista que feminista,
más alta que baja,
mis músculos
más fuertes que García.
 
Soy tímida y no lo parece,
soy poeta y sí lo parece,
soy gorda y sí lo parece,
soy soltera y no lo parece.
soy viuda y sí lo parece.
soy una niña y no lo parece.
 
Soy así…
como me estáis leyendo. 
 

Debido, además a la situación actual de guerra que está sufriendo Ucrania, ha elegido también este poema, que, aunque vinculado a la Guerra Civil Española, entraña el dolor de la guerra.

 

DESDE ENTONCES NO SÉ LO QUE ME DIGO.

Mi madre era de clase media,
mi padre de clase baja,
yo de clase gratuita,
ahora soy de clase soñadora.
 
Una monja me enseñó una pierna
y yo aprendí el Sermón de la montaña
y se lo recitaba a mis amigos
en las soeces tabernas de Madrid.
 
Un miliciano me dio un bote de leche
y me pedía a cambio cuatro cosas,
yo me fui con el bote escupiendo
cuatro palabras bajo la metralla.
 
La guerra la pasé pasando hambre,
La guerra la pasé pasando sal.
 
Desde entonces no sé lo que me digo,
si digo poco, quiero decir más.
 
Me plancho la bufanda y a otra cosa,
¡me piso la tristeza y a triunfar!