miércoles, 30 de noviembre de 2022

25 N. La lucha continúa

 Os dejamos los haikus y microrrelatos realizados para el XVI Concurso de Literatura Hiperbreve Ilustrada contra la Violencia de Género.

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jueves, 24 de noviembre de 2022

25N. La lucha continúa

Un año más tenemos que volver a poner en un primer plano la violencia de género, una de las lacras más duras de nuestra sociedad. Y es que a pesar del empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos - laboral, social y cultural-, seguimos lamentando el sufrimiento de cientos de mujeres, maltratadas y en ocasiones asesinadas por sus parejas.

Desde nuestra biblioteca Wallada y junto con toda la comunidad educativa del IES Alhaken II, queremos mostrar tolerancia cero ante la violencia contra las mujeres. Y nos sentimos orgullos@s de nuestros alumnos y alumnas, que así lo entienden; ellos y ellas tienen la misión de construir una sociedad libre de violencia y más justa.

Asimismo, queremos felicitar a nuestros alumnos premiados en el reciente Concurso de Literatura Hiperbreve Ilustrada contra la Violencia de Género. Ellos son Bruno Lorite González de 1º ESO A y Claudia Aguilera Moyano de 4º ESO B. Sus magníficos trabajos han sido distinguidos con sendos segundos premios en distintas categorías del concurso. ¡Muy merecidos!



Felicitamos también desde aquí a todos los participantes, así como a sus profesores y profesoras. 

¡Enhorabuena por vuestro excelente trabajo!








domingo, 20 de noviembre de 2022

El poema de la semana (LXIII)

Esta semana os traemos unos versos escritos hace cuatro siglos por Sor Juana Inés de la Cruz y que bien nos podrían servir para describir las redes sociales de hoy en día.



Todo el mundo es opiniones
de pareceres tan varios,
que lo que el uno que es negro
el otro prueba que es blanco.

A unos sirve de atractivo
lo que otro concibe enfado;
y lo que éste por alivio,
aquél tiene por trabajo.

El que está triste, censura
al alegre de liviano;
y el que esta alegre se burla
de ver al triste penando.

Los dos filósofos griegos
bien esta verdad probaron:
pues lo que en el uno risa,
causaba en el otro llanto.

Célebre su oposición
ha sido por siglos tantos,
sin que cuál acertó, esté
hasta agora averiguado.

Antes, en sus dos banderas
el mundo todo alistado,
conforme el humor le dicta,
sigue cada cual el bando.

Uno dice que de risa
sólo es digno el mundo vario;
y otro, que sus infortunios
son sólo para llorados.

Para todo se halla prueba
y razón en qué fundarlo;
y no hay razón para nada,
de haber razón para tanto.

Conocida como la «Décima musa y Fénix de México», sor Juana Inés de la Cruz brilló en su época por su erudición y aguda inteligencia. Su obra supuso el cénit de la poesía barroca y fue precursora de muchas de las inquietudes que la Ilustración difundió el siglo siguiente.
Una niña prodigio obsesionada con aprender

Su nombre real era Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana; no se sabe con certeza su fecha de nacimiento puesto que, a pesar del acta de bautismo de una niña con el mismo nombre en 1648, el padre Diego Calleja, quien realizó la primera aproximación biográfica de la escritora, ofrece como fecha 1651.

El hecho de ser hija natural, algo frecuente en la época, no parece haber supuesto un problema especialmente serio para la autora; al revés, parece que este hecho dotó de más fuerte personalidad tanto a la autora como a su madre y hermanas. Octavio Paz señala que la sociedad hispanoamericana era bastante permisiva en las relaciones ilícitas.

La mayor parte de los datos relativos a su infancia nos los cuenta la misma sor Juana Inés en su Respuesta a sor Filotea. Allí nos refiere su obsesión por el saber, como demuestra el hecho de convencer, con tres años, a la maestra de una de sus hermanas para que le enseñara a leer.  Aprendió enseguida a leer y a escribir y a los ocho años ya compuso su primera loa.

Hacia 1659 se trasladó con su familia a la capital mexicana. Apenas contaba 14 años cuando, impresionados todos por su talento y precocidad, pasó a ser dama de honor de la virreina recién llegada, Leonor Carreto, marquesa de Mancera. Aprendió latín en tan solo veinte lecciones  con Martín de Olivas (a quien dedicó su poema «Máquinas primas de su ingenio agudo»). Podéis ver hasta qué punto llegaba la exigencia de sor Juana en este fragmento de la Respuesta a sor Filotea, donde cuenta cómo aprendió latín:

«Empecé a aprender gramática, en que creo no llegaron a veinte las lecciones que tomé; y era tan intenso mi cuidado, que siendo así que en las mujeres –y más en tan florida juventud– es tan apreciable el adorno natural del cabello, yo me cortaba de él cuatro o seis dedos, midiendo hasta dónde llegaba antes, e imponiéndome ley de que si cuando volviese a crecer hasta allí no sabía tal o tal cosa que me había propuesto aprender en tanto que crecía, me lo había de volver a cortar en pena de la rudeza. Sucedía así que él crecía y yo no sabía lo propuesto, porque el pelo crecía aprisa y yo aprendía despacio, y con efecto le cortaba en pena de la rudeza: que no me parecía razón que estuviese vestida de cabellos cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que era más apetecible adorno.»

La entrada en el convento en busca del «sosegado silencio de mis libros»

A pesar de la fama que ya tenía Juana Inés, en 1667 ingresó en un convento de las Carmelitas descalzas de México, al parecer invitada por su confesor, el poderoso jesuita Antonio Núñez de Miranda. Sin embargo, solo estuvo cuatro meses y lo abandonó por problemas de salud. Dos años después ingresó en un convento de la Orden de San Jerónimo, donde realizó los votos perpetuos y permaneció el resto de su vida. En su Respuesta indicaba: “Entréme religiosa porque para la total negación que tenía al matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo más decente que podía elegir”.

En estos años fue clave la presencia del padre Núñez —confesor a su vez de los virreyes— quien animó a Juana Inés a entrar religiosa e incluso corrió con los gastos de la fiesta de su profesión (24 de febrero de 1669). Pedro Velázquez de la Cadena proporcionó la dote y narra González Obregón (Méjico Viejo) que “recibió el velo de manos del canónigo Don Antonio de Cárdenas y Salazar”.

Entre el abandono de las carmelitas y la elección de las jerónimas, regresó a la Corte unos meses. Fue en ese momento cuando tuvo lugar la anécdota que relató el marqués de Mancera y que recoge Calleja (Fama y obras póstumas): el virrey reunió en 1668 a los cuarenta hombres más sabios de Nueva España para que la examinaran y dictaminaran si su sabiduría era adquirida o natural “y atestigua el señor Marqués […] que a la manera que un galeón real […] se defendería de pocas chalupas, que le embistieran, así se desembarazaba Juana Inés de las preguntas”.

Unos conventos no tan silenciosos…

La reclusión de sor Juana en el convento de las jerónimas no suponía necesariamente una vida de pobreza y oración. Las celdas de las monjas jerónimas eran como pequeños apartamentos de dos pisos con una cocina y una sala. Para su cuidado se permitía a las monjas tener esclavas, como indica un documento en el que sor Juana vendió a una hermana su esclava mulata, Juana de San José. El provincial franciscano fray Mateo de Herrera quiso limitar el número de sirvientas en los conventos y fracasó al oponerse las monjas, que llegaron a acudir a la Real Audiencia.

Aparte de estos lujos, la vida en el convento para sor Juana una oportunidad de poder dedicarse a leer y estudiar:

«Vivir sola… no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros


Pero el sosegado silencio de sus libros se vio acompañado a menudo por la conversación con escritores, poetas y filósofos que  convirtieron la celda de sor Juana en un punto de encuentro y de reunión. En ella también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida biblioteca con más de 4.000 volúmenes gracias a los cuales adquirió conocimientos de teología, astronomía, pintura, lenguas, filosofía,… y hasta compuso obras musicales.

Durante una década sor Juana Inés de la Cruz aprendió rodeada de lo más granado de la cultura mexicana masculina y poco a poco moldeó su estilo de escritura, que varió de lo filosóficamente serio a lo irreverentemente cómico, muy al límite de lo profano. Escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales.

En este video tenéis una minibiografía de Sor Juana Inés de la Cruz y si queréis conocer más de su obra pincha AQUÍ



En Netflix podéis encontrar una miniserie de 7 capítulos titulada Juana Inés.



domingo, 13 de noviembre de 2022

El poema de la semana (LXII)


 "Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido."

El poema de la semana viene de la mano del  flamante ganador del Premio Cervantes 2022, el poeta venezolano Rafael Cadenas.


El poeta venezolano Rafael Cadenas fue confirmado este jueves como ganador del Premio Cervantes, el mayor honor literario de la lengua española. El Ministerio de Cultura y Deporte de España, que lo entrega, subrayó que “se trata del primer autor premiado de nacionalidad venezolana, lo cual ensancha el ámbito geográfico de premiados con este galardón”.

Cadenas, de 92 años, ha publicado más de 20 libros, donde despliega sus herramientas conceptuales con potencia en la poesía y el ensayo. De su obra, algunos destacan los poemarios IntemperieAmante Contestaciones.

El jurado destacó “su vasta y dilatada obra literaria” y reconoció “la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y la ha llevado hasta alturas de excelencia en nuestra lengua”.

Nacido en Barquisimeto, en 1930, Cadenas pertenece a la “generación de 1960” y formó parte del grupo Tabla Redonda, junto con Arnaldo Acosta Bello, Jesús Guédez, Ángel Eduardo Acevedo, Darlo Lancini, José Barroeta y Sanoja Hernández.

Es traductor de poesía inglesa, fue profesor universitario y cuenta con una amplia obra de ensayo considerada una referencia del pensamiento literario contemporáneo en español, con títulos como En torno al lenguaje y los Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística, según la propia biografía publicada por el ministerio español.

La obra poética y ensayística de Cadenas lo ha hecho merecedor de reconocimientos como el Premio San Juan de la Cruz (1992), el Premio de la Fundación Mozarteum de Venezuela (1993), el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2012) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018).


Os dejamos un fragmento de de uno de sus poemas más conocidos

Derrota

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo ("Ud. es muy quedado, avíspese, despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo.


martes, 8 de noviembre de 2022

Luis Landero, Premio Nacional de las Letras Españolas 2022

Este lunes 7 de noviembre, el Ministerio de Cultura y Deporte ha concedido el Premio Nacional de las Letras Españolas 2022, al escritor extremeño Luis Landero (Alburquerque, 1948).


El jurado del galardón ha valorado la figura de Landero "por ser un extraordinario narrador, creador de numerosas ficciones con personajes y atmósferas de gran expresividad y excelente escritura recuperando la tradición cervantina con dominio del humor y la ironía e incorporando con brillantez el papel de la imaginación".
Para Landero, la literatura es "una parte fundamental de nuestra vida, al igual que el oxígeno y la filosofía, sin los cuales no podríamos vivir aunque nos resistiéramos a negar su existencia".

Escritor, novelista, articulista y profesor, ha recibido entre otros galardones, el Premio de la Crítica y Nacional de Literatura en 1990 por su primera novela 'Juegos de la edad tardía' (1989), el Premio Mariano José de Larra 1992 por su artículo "A aprender al asilo" publicado en el diario 'El País' y la Medalla de Extremadura en 2005.

Nacido el 25 de marzo de 1948 en Alburquerque (Badajoz, Extremadura), procedente de una familia campesina, empezó a escribir poesía a los 14 años. Más tarde, cuando inició estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció, empezó a escribir cuentos y relatos.

Durante la etapa universitaria, también se ganó la vida como guitarrista flamenco profesional -llegó a la música "huyendo de la oficina"- y con otros empleos, en un taller, una tienda de ultramarinos, una oficina judicial o una agencia de publicidad.

Posteriormente, fue profesor ayudante en una cátedra de francés de la Universidad Complutense y profesor de Lengua y Literatura Española en el Instituto de Bachillerato Emilia Pardo Bazán de Madrid.

Desde 1991 y durante años compaginó la actividad literaria con la docencia en la madrileña Escuela Superior de Arte Dramático (Resad). Y en 1995 fue profesor visitante de la Universidad de Yale (Estados Unidos).

Es un defensor declarado de la literatura que "muerde, conmueve, remueve e inquieta al lector", según dijo a la prensa en 2002, tras haber participado con alumnos de Bachillerato en Zaragoza en un coloquio para incitar a la lectura.

En 1989 publicó su primera novela, 'Juegos de la edad tardía', que narra la vida de un hombre maduro que recupera las ilusiones literarias de su juventud haciéndose pasar por el poeta Augusto Farami.

El libro tuvo gran éxito de crítica, que lo consideró como el retorno a la metamorfosis de Kafka y al idealismo de Cervantes, y fue distinguido con los Premios Ícaro para nuevos creadores de 'Diario 16' (1989), de la Crítica (1990), Nacional de Literatura (1990), el Grinzane Cavour de Literatura (1992) por su versión italiana y el Mediterráneo a la mejor obra extranjera (1992).

Después llegaron sus novelas 'Caballeros de Fortuna' (1994), 'El mágico aprendiz' (1999) -reconocida en 2000 con el Premio Extremadura a la Creación a la mejor obra literaria de autor extremeño.
En 1999 publica Entre líneas: el cuento o la vida
Excelente conjunto de cuentos ensayísticos, muy entretenidos, a través de los cuales Landero reflexiona sobre la literatura y los libros. Así, el escritor compone su memoria estética y literaria.
Manuel es un profesor de literatura, enamorado de los libros, que recuerda su vida a través de lecturas y escritores. El propio autor interviene en la narración, convirtiéndose en un personaje más. Ahora, convertido en un enamorado de los libros y un amante de la vida, reflexiona sobre su pasado y sobre un presente lleno de contrastes. Como contrapunto, una segunda voz, la del propio Luis Landero, narra otras historias y, casi, acaba transformándose en otro personaje.
Siguieron las novelas: El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007) y Retrato de un hombre inmaduro (2009).

Landero, para quien "escribir es como respirar" y que considera que lo importante de una novela "es que transmita vida, que no sea un mausoleo", publicó en 2002 el libro "Esta es mi tierra" y, en 2012, su séptima novela Absolución, en la que volvió a afrontar los claroscuros de la vida.

El balcón de invierno (2014)Maravillosa autobiografía publicada en 2014, con la que Landero conectó con miles de lectores. A modo de testimonio, el autor se asoma al balcón con ganas de unirse a la bulliciosa vida de la calle, pero incapaz de hacerlo debido al compromiso que tiene con la novela que ha empezado a escribir y que no le satisface. Así, el escritor recuerda una conversación que tuvo con su madre en otro balcón, cuando él tenía dieciséis años y su madre cuarenta y siete. Su padre había muerto pocos meses antes con cincuenta años. "Ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor", escribe. De esta manera, Landero recuerda su infancia en una familia de labradores en Badajoz y su agitada adolescencia en el madrileño barrio de Prosperidad.

Su siguiente trabajo fue La vida negociable (2017), sobre la negociación de la culpa y del poder que da un secreto. Una novela que el autor considera "agridulce" como la vida real y que fue reconocida la mejor obra literaria del año de un autor extremeño al hacerse con el premio Centrifugados 2017.

En 2019 publicó una de sus obras más aclamadas, Lluvia fina, una historia sobre el rencor larvado en una familia y los límites de la verdad. Ganó el Premio de la Crítica de Madrid 2020 y fue considerado el mejor libro del año por numerosos medios especializados.

Al presentar esa novela, el escritor afirmó que España es "una familia mal avenida donde se masca la tragedia", al igual que ocurre en 'Lluvia fina'.

En 2021 llegó El huerto de Emerson, también autobiográfica, y en 2022, Una historia ridícula.

En la primera el autor entrelaza sus recuerdos infantiles en su pueblo de Extremadura, los de su adolescencia recién llegado a Madrid o los del joven que empieza a trabajar, con historias y escenas vividas en los libros durante esas etapas.
Una antología de instantes de su pasado con el que Landero salió "a dar un paseo" por su pasado a ver "lo que encontraba".

La segunda, Una historia ridícula, es una comedia sobre las situaciones adversas que vive Marcial, señor hipersensible que disfraza de misantropía su inseguridad, se aborda el amor y el odio desde el humor, la ironía y el esperpento.

Sencillo y muy cercano, para Landero ser escritor es algo demasiado difuso para considerarlo una profesión o un oficio. "Hay escritores profesionales que van a lo seguro y cuando se ponen a escribir una historia, están convencidos de que les va a salir. Yo no", aseguró en 2021.
"No me siento profesional en absoluto del oficio de escribir, a pesar de que me haya dedicado a eso toda la vida".
 
 


domingo, 6 de noviembre de 2022

El poema de la semana (LXI)

 La belleza de la cultura hispano-árabe del antiguo Al-Andalus, que forma parte de nuestra raíces, de nuestra cultura, nos dejó, entre otras muchas, una joya: El collar de la paloma obra de Ibn Hazm,
Hoy, diez siglos después, retomamos nuestro poema de la semana, con estos hermosos y magníficos versos, en el aniversario de su nacimiento.

Te amo con un amor inalterable…»

Te amo con un amor inalterable,
mientras tantos amores humanos no son más que espejismos.
Te consagro un amor puro y sin mácula:
en mis entrañas está visiblemente grabado y escrito tu cariño.
Si en mi espíritu hubiese otra cosa que tú,
la arrancaría y desgarraría con mis propias manos.
No quiero de ti otra cosa que amor;
fuera de él no te pido nada.
Si lo consigo, la Tierra entera y la Humanidad
serán para mí como motas de polvo y los habitantes del país, insectos.



Ibn Hazm

Abu Muhammad Ali Ibn Hazm (en árabe: أبو محمد علي بن احمد بن سعيد بن حزم) nació en Córdoba, Al-Andalus (actual Andalucía), el 7 de noviembre de 994.
Su familia era originaria de la kûra de Lebla (actual provincia de Huelva).
Filósofo, polígrafo, teólogo, historiador, narrador y poeta hispano-árabe, hijo de un alto funcionario de Almanzor, fue visir del califa Abderramán V.
Participó en las guerras que dieron fin al califato Omeya, por lo que fue encarcelado; al quedar en libertad sufrió un breve destierro, tras lo que abandonó la política, dedicándose sólo a escribir y a sus estudios de teología y derecho, abandonó el rito Malequí y adoptó el rito Zaharí.
Debió exiliarse en diferentes taifas de Al Andalus tras la crisis del califato, exilio que le llevó a recorrer varias taifas, entre ellas Sevilla, invitado por Al Mutamid y la taifa de Mallorca. Falleció en Montíjar, Huelva en el año 1064.


 

 La célebre quema pública de sus libros en Sevilla le inspiró un conocido poema que dice:

«Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quien es el que sabe.
Y es que aunque queméis el papel
nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso,
y en mi tumba será enterrado luego.»


Si quieres saber más visita lectoralhaken: Mil años de "El collar de la paloma"