domingo, 30 de enero de 2022

Poema de la Semana (XLII)

Paz, paz y más paz. No solo es la ausencia de guerra, sino que también implica altas dosis de respeto y tolerancia. Porque los conflictos son consustanciales al ser humano: pensamos diferente y tenemos distintos intereses. No podemos evitar que surjan, pero está en nuestra mano resolverlos desde la empatía.

Para seguir conmemorando el Día de la Paz, recurrimos a una de nuestras poetas favoritas. Se trata de Gloria Fuertes (1917-1998), integrante de la Generación del 50, cuya obra está comenzando a ser valorada como merece.

Muy conocida por haber escrito magnífica poesía para niños, Gloria Fuertes fue, sin embargo, una poeta profunda, con una obra muy prolífica, que se distinguió por su ferviente defensa del feminismo, del pacifismo y del medioambiente. Podéis leer algo más sobre ella en este mismo blog.

Gloria vivió en su juventud la Guerra Civil española y, en consecuencia, era una gran pacifista. Como muestra, aquí os dejamos este bello y sencillo poema. ¡Sed vosotr@s también "guerreros de la paz"!


VENDRÍA LA PAZ

Si todos los políticos

se hicieran pacifistas

vendría la paz.

Que no vuelva a haber otra

guerra,

pero si la hubiera,

¡que todos los soldados

se declaren en huelga!

La libertad no es tener un buen

amo,

sino no tener ninguno.

Mi partido es la Paz.

Yo soy su líder.

No pido votos,

pido botas para los descalzos

-que todavía hay muchos-.




jueves, 27 de enero de 2022

Leemos en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto

  Cada año, en torno al 27 de enero, la UNESCO rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos. 

El 27 de enero se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau; la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó oficialmente esa fecha Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

(link is external)proclamó oficialmente esa fecha Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocaust

"Es nuestra responsabilidad común proteger la verdad y mantener viva la memoria de todas las personas que sufrieron a causa del régimen nazi; apoyar la investigación y la documentación, para responder con la realidad de la historia a las fantasías de los fanáticos; estudiar y enseñar el Holocausto, para que la educación prevenga el antisemitismo y toda forma de racismo." —  Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

domingo, 23 de enero de 2022

Poema de la semana (XLI)




Llevamos días de tensión, de enfrentamientos, afortunadamente sin armas, por controlar una tierra de Europa: Ucrania. Rusia siempre tuvo su salida al exterior por los puertos cálidos del Mar Negro, estuvo bajo su área de influencia, se niega a perderla y a que pase a la órbita europea y de la OTAN. 
Nosotros, apostamos por la libertad de los pueblos, por el diálogo, por las palabras de Martin Luther King Jr.:

"La oscuridad no puede ahuyentar a la oscuridad, solo la luz puede hacerlo. El odio no puede ahuyentar al odio, solo el amor lo puede hacer. El odio multiplica el odio, la violencia multiplica la violencia, el endurecimiento multiplica el endurecimiento; todo esto es una espiral descendiente de destrucción. La cadena del mal -el odio provocando odio, las guerras produciendo guerras- debe ser rota o nos sumergiremos en el oscuro abismo de la aniquilación".

Aprovechamos para recordaros que todos los 30 de enero, celebramos el día de la No Violencia y de la Paz. Puedes obtener información sobre esta efemérides en esta entrada del Blog. (Aquí).
Por eso hemos elegido a una magnífico poeta español que desgraciadamente conoció la guerra, la violencia, el hambre y escribió contra ella. Se trata de MIGUEL HERNÁNDEZ (30 de octubre 1910-28 de marzo 1942). Para conocer su biografía y obra, podéis consultar la página de la Fundación Cultural Miguel Hernández, o la página de Biografía y vidas.


La vejez de los pueblos.
El corazón sin dueño.
El amor sin objeto.
La hierba, el polvo, el cuervo.
¿Y la juventud?

En el ataúd.

El árbol solo y seco.
La mujer como un leño
de viudez sobre el lecho.
El odio sin remedio.
¿Y la juventud?

En el ataúd.


Miguel Hernández y su esposa Josefina Manresa.

domingo, 16 de enero de 2022

Poema de la Semana ( XL)

Hablar de poesía ya no es (solo) hablar de Bécquer, Rimbaud, Espronceda, Baudelaire, Cernuda o Luis García Montero es hablar de autores como Elvira Sastre, como Miguel Gane, como Defreds, como Roy GalánAuténticos 'influencers' que arrasan también en las redes sociales.

Si entre tus manos cae un libro de Elvira Sastre, una de las poetas jóvenes más aclamadas de nuestro país, te vas a dar cuenta de que encuentras palabras que te llevan a un espacio común, a una situación que tú también has vivido, con la que te identificas y, por supuesto, te emociona. 

Si hablamos de poesía moderna en nuestro país, no pueden faltar tampoco nombres como el de Sara Búho, Alejandra G. Remón o Ana Elena Pena. Y es que, si hay una característica común en la poesía de nuestro tiempo,  es que una gran parte de ella está escrita por mujeres, con sensibilidad feminista y conscientes del mundo en el que viven. Por ello, leerlas es también un ejercicio de sororidad en el que todas encontramos nuestro espacio, nuestra poeta, la que más nos conmueve.

Pero también encontramos algunos cantautores como Marwan o Luis Ramiro que han querido (y sabido) plasmar sus buenos modos como letristas en libros que, además de hacer las delicias de sus fans, también pueden deleitar a quien no los conozca y tropiece con ellos por casualidad.
 
Y esta semana os proponemos un poema de Marwan Abu-Tahoun Recio (5 de marzo de 1979),​ conocido por su nombre artístico Marwán  [pronúnciese Ma-ruán], es un cantautor y poeta español.​ Está considerado como “uno de los cantautores más reconocidos del circuito de salas de España y Latinoamérica”.


NO ME SIRVE

Si no empieza por «A» nuestra alegría y no es mayúscula no me sirve.
Si no tiene parques dibujados en los ojos,
si no pone tobogán a los abismos no me sirve.

Si no hay una línea de alta velocidad entre su boca y la mía no me sirve.
Si no distingue que entre plena y pena
hay mucho más que una letra de distancia no me sirve.
Si no está enamorada de nosotros no me sirve.

Si no me desordena la sangre pero pone en pie todo el resto de mi vida,
si no besa como si lo fueran a prohibir no me sirve.
Si no siente que entre el gobierno y nosotros hay algo personal,
si no acepta que sin mí también será feliz pero no será lo mismo no me sirve.

Si no me deja besos grapados en los bordes del alma,
si no piensa que estamos unidos sin remedio,
como lo están la palabra tren y despedida, no me sirve.
Si no me ha cambiado el futuro no me sirve.

Si no toma café por las mañanas,
si no habla como tú, toca como tú, vibra como tú,
si no llora como tú, si no la conocí tras un concierto,
si no se llama María no me sirve.

No me sirve.
Lo siento.
No me sirve.


Y algo de música para empezar la semana...




La vida cuesta

Cuesta comprender que nos pasamos media vida persiguiendo cosas que nos hacen daño 
Cuesta demasiado darse cuenta y lo que más cuesta después es deshacer el desengaño 
Cuesta entender que la persona que te hiere sea la misma que estás necesitando 
Cuesta, la vida cuesta 
Cuesta confiar en el amor, volver a aquel fotomatón 
Saber que no me estás buscando 
Cuesta
Comprender que hay ciertos trenes, ciertas pieles
Ciertas bocas que no acaban regresando
Cuesta 
No escuchar al corazón 
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio Cuesta, la vida cuesta Cuesta comprender que nos pasamos media vida persiguiendo cosas que nos hacen daño Y que perdonar a quien te daña es la única terapia que te acabará curando Cuesta entender nuestro pasado, fuimos el amor correcto en el momento equivocado Cuesta, la vida cuesta Cuesta confiar en el amor, volver a aquel fotomatón Saber que no me estás buscando Cuesta Comprender que hay ciertos trenes, ciertas pieles Ciertas bocas que no acaban regresando Cuesta No escuchar al corazón Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio Cuesta, la vida cuesta Cuesta confiar en el amor, volver a aquel fotomatón Saber que no me estás buscando 
Cuesta
Comprender que hay ciertos trenes, ciertas pieles 
Ciertas bocas que no acaban regresando 
Cuesta 
No escuchar al corazón 
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio 
Cuesta, la vida cuesta 
Cuesta, la vida cuesta


domingo, 9 de enero de 2022

Poema de la Semana (XXXIX) ¡FELIZ 2022!

Recién estrenado este año 2022, desde la biblioteca Wallada os queremos desear mucha salud y suerte. ¡Ojalá nos acompañen en los próximos meses!


Y qué mejor que reencontrarnos después de la pausa navideña con un poema. En esta ocasión os traemos a un poeta ya conocido en nuestro blog. Se trata del uruguayo Mario Benedetti (1920-2009), cuya vida y obra ya os presentamos hace aproximadamente un año.


El poema elegido lleva el curioso título de "Hombre que mira más allá de sus narices". Nos cuenta lo importante que es no sucumbir al mal estado de ánimo; este suele ser momentáneo y, si sabemos mantener una actitud positiva, la vida nos deparará buenos momentos. ¡Que así sea!

Hombre que mira más allá de sus narices

Hoy me despierto tosco y solitario

no tengo a nadie para dar mis quejas

nadie a quien echar mis culpas de quietud

sé que hoy me van a cerrar todas las puertas

y que no llegará cierta carta que espero

que habrá malas noticias en los diarios

que la que quiero no pensará en mí

y lo que es mucho peor

que pensarán en mi los coroneles

que el mundo será un oscuro

paquete de angustias

que muchos otros aquí o en cualquier parte

se sentirán también toscos y solos

que el cielo se derrumbará

como un techo podrido

y hasta mi sombra

se burlará de mis confianzas

menos mal

que me conozco

menos mal que mañana

o a más tardar pasado

sé que despertaré alegre y solidario

con mi culpita bien lavada y planchada

y no solo se me abrirán las puertas

sino también las ventanas y las vidas

y la carta que espero llegará

y la leeré seis o siete veces

y las malas noticias de los diarios

no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas

y la que quiero

pensará en mi hasta conmoverse

y lo que es muchísimo mejor

los coroneles me echarán al olvido

y no solo yo muchos otros también

se sentirán solidarios y alegres

y a nadie le importará

que el cielo se derrumbe

y más de uno dirá que ya era hora

y mi sombra empezará a mirarme con respeto

será buena

tan buena la jornada

que desde ya

mi soledad se espanta.


Mario Benedetti