jueves, 25 de junio de 2020

"La subida a una montaña sin arnés"

- Premio Concurso "Historias de un confinamiento" (Modalidad A) -

Todo empezó de repente, rápido y no sabía lo que iba a pasar después de décadas de tranquilidad. En las noticias lo anunciaban, pero esas palabras solo transmitían lo que nunca me imaginé. Niñas y niños preguntaban por China. Habían oído hablar sobre una pequeña gripe que se curaría en un abrir y cerrar de ojos. Al principio, pensaba en que no nos afectaría, en que solo era una gripe más, en que no saldría de su país de origen…Pero pasaban los días, aumentaban infectados, aumentaban víctimas, aumentaban los nervios y la inquietud en las personas. Pasadas unas semanas se extendió a más países de Asia, haciendo que se generase más temor en la gente. El número de infectados subía sin parar, cada vez más países contagiados. Llegó a Alemania, a Francia y acto seguido se extendió por Europa. Todos deseamos que fuese una simple pesadilla, pero no fue así. Primer caso en España. Después de pocas horas solo había más. Llegamos a los cien, más tarde a los mil. Nunca me imaginé que iba a ser tan grave y contagioso. La sociedad se percató de que debíamos reaccionar. Se cerraron escuelas, institutos y universidades. Se decretó el estado de alarma. Todos los trabajadores no esenciales tuvieron que dejar su labor. Todo por intentar evitar una gran tasa de contagios, pero solo subían. Veía como, poco a poco, íbamos superando a China. No podía entender como aumentaban los inficionados tan rápidamente. Llegamos a doscientos mil casos en solo dos meses. Un poco después ocurrió algo inesperado. Ya no me quedaban esperanzas, pero era real. Los infectados cesaron, no podía creerlo. Parecía mentira, pero no. Poco a poco las personas sanaban y se recuperaban. La angustia y el miedo se convirtieron en audacia y ánimo. Comenzó la desescalada. Parecía increíble que, después de tantos días, llegase el momento de ir fase a fase para normalizar un poco más la situación. Las personas, alegres, caminando por la calle, las niñas y niños correteando felices y respetando las medidas, me transmitían seguridad y satisfacción. Solo quedan unos pasos más, los más sencillos. Hemos estado escalando durante mucho tiempo y, aunque muchas personas han caído, solo nos quedan unos cuantos metros para llegar a la cima de la montaña y, por fin, poder disfrutar de las vistas. Ahí nos estará esperando la cura gracias a sanitarias y sanitarios y acto seguido una bajada leve con un camino casi recto. Y al llegar de nuevo al pie de la montaña habremos extinguido este virus que no he nombrado por miedo, pero es la hora de apartarlo de nuestro largo camino. Derrotaremos al Covid-19.

DARÍO GARCÍA GARCÍA - 1º ESO B

2 comentarios:

  1. Parece mentira cómo la mente de un adolescente niño aún puede tener la clarividencia de un adulto para ver un problema sanitario de tal magnitud, ha ido desgranando cómo todos los humanos hemos escalado esa montaña con un esfuerzo titánico y quedándose muchos sin llegar a la cima, pero sobre todo nos ha dado este joven escritor una llamada de Esperanza para seguir admirando este mundo nuestro, desde arriba con el esfuerzo de todos. Enhorabuena DARÍO GARCÍA GARCÍA, por tu relato, y la Esperanza de que venceremos.

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  2. Me emocionan tus palabras, pequeño gran hombre¡¡¡¡ con gran sencillez desceibes lo que tantos hemos sentido¡¡ enhorabuena¡¡¡¡¡

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