domingo, 13 de octubre de 2019

Poema de la Semana (III)

Celebramos este lunes 14 de octubre el IV Día de las Escritoras. Para sumarnos a la efeméride, hemos decidido acercarnos a una poeta de la tierra. Ella es Juana Castro (Villanueva de Córdoba, 1945). Así nos la presenta la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes:

"La escritura de Juana Castro refleja y traduce un tiempo de encrucijada. Su poesía se asoma al pasado tanto como se adelanta al futuro. Es una clara voz de mujer que incorpora a la tradición literaria el otro lado de la experiencia humana, la que estaba por decirse, al tiempo que renueva los mitos reinventándolos o descubriendo la cara que ocultaban".

Esperamos que disfrutéis de estos dos bellos poemas.


Mi madre tenía sed.
Mi padre era un hombre bueno.
Me concibieron una noche de mayo,
con amapolas y margaritas en los caminos.
La segunda vez nací en el piano del colegio
de monjas de Cristo Rey.
Luego vinieron las prisas.
Ahora tengo un nieto y
todavía quiero seguir naciendo.




SUBLIME DECISIÓN

Es injusto el amor, nunca se adapta
ni a razones, ni a ritmo, ni a su tiempo.
Maleducado es. Como una mala hierba,
se enseñorea en la frente del herniado y del héroe.
Sin orden crece ni concierto.
Dislate de los sueños, pajarea
con casadas igual que con los mancos,
y planta sus reales y sus yerros
sin reparar en canas ni en informes.
Y siempre es mal venido.
Pues arder sin objeto ya es locura
o consumirse en vida por un fraude.
Nos promete su cielo inexistente, anacrónico y alto, mientras clava
cual vampiro su daga en nuestra sangre.

Por eso en esta hora
de mi azarosa vida me he propuesto
sin tardanza entregarme al que será
mi amor más puro y noble:
El éxtasis sin celos y sin trabas
con un muñeco hinchable.


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