domingo, 20 de marzo de 2022

Poema de la semana (XLIX)

 Comenzamos la semana con dos fechas importantes.  El inicio de la primavera oficialmente hoy domingo 20 de marzo, exactamente a las 16:33 horas y mañana 21 de marzo celebramos el Día Mundial de la Poesía, una festividad literaria promovida por la UNESCO y con la que se pretende animar a todo el mundo a disfrutar de una de las artes literarias más valoradas, pero, al mismo tiempo, más olvidadas: la poesía.



En 1999 la UNESCO se planteó instaurar un día a nivel internacional, no sólo para homenajear a los grandes poetas sino para acercar la poesía al máximo de personas posible. A partir del año 2000 se instauró definitivamente y hoy en día sirve también para dar el pistoletazo de salida al abril de los poetas, un mes floral y de primavera en el que muchos países organizan premios, recitales, homenajes y otras muchas actividades relacionadas con la poesía.

Para que esta festividad no caiga en el olvido la seño Lola y sus alumnos Daniel Ayala, Javier Cuevas, Alma María Delgado, Daniel Garrido y Noemí Herencia nos invitan a leer dos poemas de su poeta favorito: Gustavo Adolfo Bécquer. (...y el nuestro también)


                                                      RIMA  IV

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

                                                                RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

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