
Sin embargo, y al margen de su apasionante vida como activista político y social, que le llevó a fundar la comunidad cristiana de Solentiname, por la que fue severamente amonestado por el papa Juan Pablo II, Cardenal fue un estudioso de la literatura y un gran poeta, que llegó a ser candidato al Premio Nobel de Literatura. No lo consiguió, pero sí obtuvo otros reconocimientos importantes, como el prestigioso Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2009.
La obra poética de Ernesto Cardenal gira en torno al amor, a la política y a la religión. Para daros a conocer una muestra de su poesía, hemos elegido un poema breve - epigrama - que dedicó a Claudia, una joven bibliotecaria de Managua que conoció en su juventud, antes de ordenarse sacerdote en 1965.
EPIGRAMA
Te doy Claudia, estos versos,
porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos
para que tú los entiendas.
Son para ti solamente,
pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán,
tal vez por toda Hispanoamérica...
Y si al amor que los dictó,
tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor
que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia,
que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti)
despiertan en otras parejas
enamoradas que los lean
los besos que en ti
no despertó el poeta.