martes, 8 de noviembre de 2022

Luis Landero, Premio Nacional de las Letras Españolas 2022

Este lunes 7 de noviembre, el Ministerio de Cultura y Deporte ha concedido el Premio Nacional de las Letras Españolas 2022, al escritor extremeño Luis Landero (Alburquerque, 1948).


El jurado del galardón ha valorado la figura de Landero "por ser un extraordinario narrador, creador de numerosas ficciones con personajes y atmósferas de gran expresividad y excelente escritura recuperando la tradición cervantina con dominio del humor y la ironía e incorporando con brillantez el papel de la imaginación".
Para Landero, la literatura es "una parte fundamental de nuestra vida, al igual que el oxígeno y la filosofía, sin los cuales no podríamos vivir aunque nos resistiéramos a negar su existencia".

Escritor, novelista, articulista y profesor, ha recibido entre otros galardones, el Premio de la Crítica y Nacional de Literatura en 1990 por su primera novela 'Juegos de la edad tardía' (1989), el Premio Mariano José de Larra 1992 por su artículo "A aprender al asilo" publicado en el diario 'El País' y la Medalla de Extremadura en 2005.

Nacido el 25 de marzo de 1948 en Alburquerque (Badajoz, Extremadura), procedente de una familia campesina, empezó a escribir poesía a los 14 años. Más tarde, cuando inició estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció, empezó a escribir cuentos y relatos.

Durante la etapa universitaria, también se ganó la vida como guitarrista flamenco profesional -llegó a la música "huyendo de la oficina"- y con otros empleos, en un taller, una tienda de ultramarinos, una oficina judicial o una agencia de publicidad.

Posteriormente, fue profesor ayudante en una cátedra de francés de la Universidad Complutense y profesor de Lengua y Literatura Española en el Instituto de Bachillerato Emilia Pardo Bazán de Madrid.

Desde 1991 y durante años compaginó la actividad literaria con la docencia en la madrileña Escuela Superior de Arte Dramático (Resad). Y en 1995 fue profesor visitante de la Universidad de Yale (Estados Unidos).

Es un defensor declarado de la literatura que "muerde, conmueve, remueve e inquieta al lector", según dijo a la prensa en 2002, tras haber participado con alumnos de Bachillerato en Zaragoza en un coloquio para incitar a la lectura.

En 1989 publicó su primera novela, 'Juegos de la edad tardía', que narra la vida de un hombre maduro que recupera las ilusiones literarias de su juventud haciéndose pasar por el poeta Augusto Farami.

El libro tuvo gran éxito de crítica, que lo consideró como el retorno a la metamorfosis de Kafka y al idealismo de Cervantes, y fue distinguido con los Premios Ícaro para nuevos creadores de 'Diario 16' (1989), de la Crítica (1990), Nacional de Literatura (1990), el Grinzane Cavour de Literatura (1992) por su versión italiana y el Mediterráneo a la mejor obra extranjera (1992).

Después llegaron sus novelas 'Caballeros de Fortuna' (1994), 'El mágico aprendiz' (1999) -reconocida en 2000 con el Premio Extremadura a la Creación a la mejor obra literaria de autor extremeño.
En 1999 publica Entre líneas: el cuento o la vida
Excelente conjunto de cuentos ensayísticos, muy entretenidos, a través de los cuales Landero reflexiona sobre la literatura y los libros. Así, el escritor compone su memoria estética y literaria.
Manuel es un profesor de literatura, enamorado de los libros, que recuerda su vida a través de lecturas y escritores. El propio autor interviene en la narración, convirtiéndose en un personaje más. Ahora, convertido en un enamorado de los libros y un amante de la vida, reflexiona sobre su pasado y sobre un presente lleno de contrastes. Como contrapunto, una segunda voz, la del propio Luis Landero, narra otras historias y, casi, acaba transformándose en otro personaje.
Siguieron las novelas: El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007) y Retrato de un hombre inmaduro (2009).

Landero, para quien "escribir es como respirar" y que considera que lo importante de una novela "es que transmita vida, que no sea un mausoleo", publicó en 2002 el libro "Esta es mi tierra" y, en 2012, su séptima novela Absolución, en la que volvió a afrontar los claroscuros de la vida.

El balcón de invierno (2014)Maravillosa autobiografía publicada en 2014, con la que Landero conectó con miles de lectores. A modo de testimonio, el autor se asoma al balcón con ganas de unirse a la bulliciosa vida de la calle, pero incapaz de hacerlo debido al compromiso que tiene con la novela que ha empezado a escribir y que no le satisface. Así, el escritor recuerda una conversación que tuvo con su madre en otro balcón, cuando él tenía dieciséis años y su madre cuarenta y siete. Su padre había muerto pocos meses antes con cincuenta años. "Ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor", escribe. De esta manera, Landero recuerda su infancia en una familia de labradores en Badajoz y su agitada adolescencia en el madrileño barrio de Prosperidad.

Su siguiente trabajo fue La vida negociable (2017), sobre la negociación de la culpa y del poder que da un secreto. Una novela que el autor considera "agridulce" como la vida real y que fue reconocida la mejor obra literaria del año de un autor extremeño al hacerse con el premio Centrifugados 2017.

En 2019 publicó una de sus obras más aclamadas, Lluvia fina, una historia sobre el rencor larvado en una familia y los límites de la verdad. Ganó el Premio de la Crítica de Madrid 2020 y fue considerado el mejor libro del año por numerosos medios especializados.

Al presentar esa novela, el escritor afirmó que España es "una familia mal avenida donde se masca la tragedia", al igual que ocurre en 'Lluvia fina'.

En 2021 llegó El huerto de Emerson, también autobiográfica, y en 2022, Una historia ridícula.

En la primera el autor entrelaza sus recuerdos infantiles en su pueblo de Extremadura, los de su adolescencia recién llegado a Madrid o los del joven que empieza a trabajar, con historias y escenas vividas en los libros durante esas etapas.
Una antología de instantes de su pasado con el que Landero salió "a dar un paseo" por su pasado a ver "lo que encontraba".

La segunda, Una historia ridícula, es una comedia sobre las situaciones adversas que vive Marcial, señor hipersensible que disfraza de misantropía su inseguridad, se aborda el amor y el odio desde el humor, la ironía y el esperpento.

Sencillo y muy cercano, para Landero ser escritor es algo demasiado difuso para considerarlo una profesión o un oficio. "Hay escritores profesionales que van a lo seguro y cuando se ponen a escribir una historia, están convencidos de que les va a salir. Yo no", aseguró en 2021.
"No me siento profesional en absoluto del oficio de escribir, a pesar de que me haya dedicado a eso toda la vida".
 
 


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