domingo, 13 de noviembre de 2022

El poema de la semana (LXII)


 "Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido."

El poema de la semana viene de la mano del  flamante ganador del Premio Cervantes 2022, el poeta venezolano Rafael Cadenas.


El poeta venezolano Rafael Cadenas fue confirmado este jueves como ganador del Premio Cervantes, el mayor honor literario de la lengua española. El Ministerio de Cultura y Deporte de España, que lo entrega, subrayó que “se trata del primer autor premiado de nacionalidad venezolana, lo cual ensancha el ámbito geográfico de premiados con este galardón”.

Cadenas, de 92 años, ha publicado más de 20 libros, donde despliega sus herramientas conceptuales con potencia en la poesía y el ensayo. De su obra, algunos destacan los poemarios IntemperieAmante Contestaciones.

El jurado destacó “su vasta y dilatada obra literaria” y reconoció “la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y la ha llevado hasta alturas de excelencia en nuestra lengua”.

Nacido en Barquisimeto, en 1930, Cadenas pertenece a la “generación de 1960” y formó parte del grupo Tabla Redonda, junto con Arnaldo Acosta Bello, Jesús Guédez, Ángel Eduardo Acevedo, Darlo Lancini, José Barroeta y Sanoja Hernández.

Es traductor de poesía inglesa, fue profesor universitario y cuenta con una amplia obra de ensayo considerada una referencia del pensamiento literario contemporáneo en español, con títulos como En torno al lenguaje y los Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística, según la propia biografía publicada por el ministerio español.

La obra poética y ensayística de Cadenas lo ha hecho merecedor de reconocimientos como el Premio San Juan de la Cruz (1992), el Premio de la Fundación Mozarteum de Venezuela (1993), el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2012) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018).


Os dejamos un fragmento de de uno de sus poemas más conocidos

Derrota

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo ("Ud. es muy quedado, avíspese, despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo.


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