No hay manera de que yo pare de escribir, es una forma de locura.
Charles Bukowski
PRIMAVERA CON UNA ESQUINA ROTA.
Llegan los jilgueros,
los gorriones en los nidos
y las rosas en su rosal.
Llegan épocas de lluvia,
de rocío en las terrazas,
de cigüeñas que recuperan sus nidos.
Llega ahora el mundo bello,
el renacer las abejas,
el despertar bajo el ocaso.
Llega ahora el mundo nuevo,
la joven primavera,
y a pesar de todo,
para mi seguimos en invierno.
Hay personas que son
estaciones de (d)año.
¿Por qué le robaste el canto a los jilgueros?
¿Por qué destripaste a tantos gorriones?
¿Por qué marchitaste el rosal con el frío,
con tu frío?
¿Por qué la tempestad se hace
larga
y sempiterna?
¿Por qué echaste a las cigüeñas si eran nuestras amigas?
Llega la primavera y aún no he logrado
matar mi invierno.
CONVERSACIÓN CON UNA FLOR TRISTE.
Florecita, florecita,
¿por qué temes
tanto al mundo?
busca quién eres,
y no llores más,
pues flor eres,
y te puedes marchitar.
Florecita, florecita,
deja de regarte,
ya llovió mucho,
para por favor,
que vas a ahogarte.
Florecita, florecita,
¿por qué temes
tanto al mundo?
-me hirieron
y deshojaron,
creyendo que
no me dolía,
jugando a
los enamorados.
Ahora estoy sola y vacía,
el miedo se ha apoderado de mi:
la poesía ha vuelto
y yo no tengo la culpa.
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